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Massa avanza con medidas sobre la inflación y el consumo

La devaluación del tipo de cambio oficial y el aumento de la brecha están pasando factura en un agosto que volverá a ser histórico, tal como sucedió hace cuatro años. La inflación del mes tiene un piso de 12%, pero no se descarta que pueda terminar en 15%, con el consiguiente golpe a los salarios.

Para cualquier gobierno resultaría imposible pensar en ganar las elecciones en semejante contexto. Pero Sergio Massa no se resigna. Con el desembolso de USD 7.500 millones del FMI apunta a ganar algo de espacio para intervenir en el mercado cambiario y evitar una nueva disparada de los dólares financieros. Si bien el tipo de cambio libre tuvo una semana algo más estable y terminó a $730, el contado con liquidación pegó un nuevo salto y llegó a $773. El dólar MEP, intervenido por el Gobierno, está 110 pesos más barato y cerró a $663. El objetivo es que al menos parte de la demanda de dólares del sector privado se canalice a través de este mercado y bajar la presión en las “cuevas”.

Pero como describió el FMI, la situación de la economía argentina es extremadamente vulnerable, ante la falta de reservas internacionales y un elevado nivel de incertidumbre relacionada con el proceso político.