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La inflación desaceleró en julio y vuela el crédito

La recuperación de los salarios de mayo que divulgó el INDEC fue un dato fuerte sobre el cierre de la semana. La mejora superó el 8,5% y duplicó la inflación del mes (que había sido de 4,2%). Más notable aún fue la mejora medida para los trabajadores informales, que percibieron ingresos 11,8% más altos que el mes anterior.

Esta medición va en línea con lo sucedido con las ventas en supermercados, que ese mismo mes mostraron una suba de 3,9 por ciento. Claro que la comparación interanual todavía arroja una caída de casi 10 por ciento.

Los datos de la economía aún muestran señales desparejas, pero hay algo en lo que prácticamente todos los analistas coinciden: el piso de actividad se tocó entre marzo y abril, más allá de sectores puntuales que muestran caídas más pronunciadas, como sucede determinados segmentos de la industria.

La baja de la inflación empieza a mostrar su faceta más positiva, ya que lentamente permite una mejora del poder adquisitivo de los salarios. Se trata de un proceso lento, que además habrá que monitorear cómo sigue.

Además, la caída de los ingresos fue tan abrupta tras la devaluación de diciembre pasado que la recuperación para volver a los valores anteriores llevará mucho tiempo.

Lo mismo sucede con el nivel de actividad. Si bien se espera una recuperación para el segundo semestre, habría que esperar hasta la primera mitad del 2025 para volver a los niveles del tercer trimestre de 2023, antes que arranque la recesión.

Proyecciones

Las proyecciones de las principales consultoras arrojan datos alentadores sobre la inflación de julio, que rondaría el 4% pero podría terminar debajo de ese nivel también. Y todo indica que la inflación núcleo, que no mide precios regulados o variaciones por motivos estacionales, ya se estaría acercando al 2%.