Nueve hábitos saludables para la prevención del cáncer
El Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemoró ayer, 4 de febrero, como cada año, es una fecha clave para sensibilizar a la población sobre una enfermedad que representa un desafío creciente para la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una de las diez principales causas de muerte en el mundo. En Argentina se diagnostican más de 130.000 nuevos casos al año y se registran aproximadamente 60.000 fallecimientos, según estimaciones de 2020 del Observatorio Global del Cáncer (Globocan).
En este contexto, el Hospital Alemán organizó una campaña destinada a brindar herramientas concretas para prevenir la afección y detectarla en etapas iniciales. Durante esta semana y hasta el viernes 7 de febrero, ese centro de salud ofrecerá consultas gratuitas.
Por su parte, la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) desarrolla la iniciativa “Escuchar para cambiar”, enfocada en las experiencias de pacientes y familiares, que destaca la importancia de un enfoque integral y personalizado para reducir el sufrimiento asociado a la enfermedad.
Los expertos coinciden que la prevención primaria es clave para minimizar las probabilidades de desarrollar cáncer. Según la OMS, alrededor del 30% al 50% de los casos pueden evitarse mediante acciones que minimicen la exposición a factores de riesgo y promuevan hábitos saludables. Estas son las nueve recomendaciones principales brindadas por el organismo internacional y los expertos del Hospital Alemán:
- Evitar el tabaco: el tabaquismo es responsable de un tercio de las muertes por cáncer, incluido el de pulmón, boca y garganta. También es importante evitar el humo de segunda mano.
- Mantener un peso saludable: la obesidad está vinculada a varios tipos de cáncer, como el de mama y colon. Adquirir hábitos alimenticios equilibrados y realizar ejercicio regularmente es fundamental para prevenirla.
- Hacer actividad física diaria: se recomienda realizar al menos 30 minutos de ejercicio todos los días para reducir riesgos asociados al sedentarismo. Acciones simples como caminar o subir escaleras también tienen un impacto positivo.
- Seguir una dieta saludable: incrementar el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, mientras que los alimentos ultraprocesados, embutidos y bebidas azucaradas deben limitarse.