Salud

Científicos alertaron por un problema de salud que afecta a los astronautas en el espacio

La vida en el espacio exterior suele mostrarse como una aventura fascinante, llena de descubrimientos científicos, tecnología avanzada y paisajes cósmicos que despiertan asombro. Sin embargo, detrás de esa imagen deslumbrante existen desafíos cotidianos que afectan a los astronautas de manera mucho más particular, y un ejemplo de ello es la congestión nasal.

Un estudio del Hospital Metodista de Houston reveló que los problemas de congestión nasal y sinusitis, que en la Tierra son vistos como molestias menores, se convierten en un obstáculo significativo para quienes viven y trabajan en microgravedad.

El hallazgo, publicado en la revistaLaryngoscope Investigative Otolaryngology, pone sobre la mesa un tema poco explorado en la medicina espacial y resalta la necesidad de nuevas estrategias de prevención y tratamiento.

Los resultados son contundentes. El 85% de los astronautas incluidos en la investigación experimentó algún tipo de dificultad nasal o sinusal durante su estadía en la Estación Espacial Internacional (EEI). El equipo dirigido por el doctor Masayoshi Takashima analizó 754 eventos médicos de 71 astronautas que viajaron entre 2000 y 2019.

La muestra, amplia y diversa, permitió detectar un patrón consistente: la congestión nasal, el dolor facial, la presión en los senos paranasales y la sensación de oído tapado son mucho más comunes de lo que se pensaba. Lo que en apariencia es solo incomodidad, en el espacio se traduce en un riesgo para el rendimiento cognitivo y la seguridad de las misiones.

Los senos paranasales cumplen una función esencial en la fisiología humana. Son cavidades distribuidas en la cara y el cráneo que filtran el aire, ayudan a equilibrar fluidos y actúan como barrera contra microorganismos. Cuando se obstruyen o se inflaman, aparece la conocida sensación de nariz tapada, dolor de cabeza o presión en la frente.

En la Tierra, esas molestias suelen ser pasajeras, originadas por un resfriado, una alergia o un cuadro viral. En cambio, en la microgravedad el cuerpo se comporta de otro modo. Los líquidos, en lugar de acumularse en las extremidades inferiores por efecto de la gravedad, se desplazan hacia la cabeza. Ese cambio provoca un aumento de presión en las cavidades sinusales que impide un drenaje normal y agrava la congestión.

El estudio comprobó que tres de cada cuatro astronautas reportaron congestión nasal durante su misión. El problema no se limita al malestar físico: puede afectar el sueño, la claridad mental y la velocidad de reacción.