Así quedó el patio de la casa de Gran Hermano después del temporal
A solo una semana de haber comenzado la nueva edición de Gran Hermano (Telefe), los flamantes integrantes de la casa más famosa del país se prepararon para disfrutar a pleno de este certamen. Sin embargo, en la madrugada de este domingo se vieron sorprendidos por el fuerte temporal de lluvia y viento que arrasó a gran parte de la provincia de Buenos Aires. Como es sabido, los participantes, desde adentro del reality están ajenos a las noticias producto del aislamiento al que son sometidos al entrar, con lo cual no pudieron prever la llegada de la tormenta y mucho menos la intensidad de las ráfagas de viento que azotó las instalaciones exteriores de la casa.
Desde adentro del living, a través de los ventanales, se los pudo ver a los concursantes completamente paralizados por la situación. “No, la puta madre, ¡mirá lo que es eso!”, comenzaron diciendo los hermanitos que estaban sentados alrededor de la mesa de la cocina. Acto seguido, todos corrieron a observar más de cerca lo que estaba aconteciendo. En esos momentos, las cámaras dispuestas por todas partes enfocaban principalmente el patio, donde empezaban a volar objetos sueltos. “El mate, el mate”, dijeron al unísono recordando que lo habían dejado afuera, tras una jornada de intenso calor al aire libre.
Con el correr de los minutos, las ráfagas de viento se fueron agudizando, hasta que derribaron el árbol de Navidad ubicado al lado de la puerta de entrada, completamente decorado con cintas y luces. También, se desprendieron muchos adornos, focos de luz y plantas del jardín. Segundos después, comenzaron a correrse de su lugar las reposeras y los almohadones alrededor de la piscina, junto con algunas prendas de ropa que los jugadores habían dejado afuera. “¡Se está volando todo, no puedo creer la tormenta esta!”, exclamaron entre gritos de miedo. “Las botellas, ¡se voló todo a la mierda!”.
Mientras los participantes se agolparon frente a los ventanales de cara al patio, las cámaras continuaron haciendo foco en los destrozos y en la intensidad del tornado. A través de los haces de luz que se reflejaban se podía observar cómo caía el agua con fuerza sobre los techos y el resto del decorado. La producción del ciclo les pidió a los hermanitos que no abran las puertas y que no salgan al exterior. Todos se quedaron de pie frente a los ventanales como si estuvieran mirando una película.