Alertas por altas temperaturas: cómo evitar deshidratarse
Según informó el Servicio Meteorológico Nacional, este sábado hay 13 provincias y la Ciudad de Buenos Aires bajo alertas por calor extremo de distintos niveles de peligrosidad. Las regiones con alerta roja por altas temperaturas este sábado son el sur de Mendoza, incluyendo Malargüe, General Alvear y San Rafael, y el norte y oeste de Neuquén, según el pronóstico del tiempo del SMN.
Por otro lado, la alerta amarilla rige para CABA, el centro y norte de la Provincia de Buenos Aires, el sureste de Santiago del Estero, elnorte de La Pampa, el sur de La Rioja, el sur de San Juan, el norte de Salta y el noroeste de Mendoza. También afecta a las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Córdoba y San Luis.
A lo largo de la próxima semana, las temperaturas podrían llegar a los 38 grados, aunque se espera que las lluvias pronosticadas en los próximos días traigan alivio.
Con el aumento de las temperaturas durante el verano, el golpe de calor y la deshidratación se convierten en un riesgo significativo para la salud, especialmente en regiones donde las condiciones climáticas son extremas.
Según especialistas de la Clínica Mayo de EE.UU., los niños y adultos mayores son los más vulnerables a la deshidratación. En los niños, las causas más comunes son la diarrea y los vómitos intensos, mientras que en los adultos mayores el riesgo aumenta debido a un menor volumen de agua en el cuerpo, la presencia de enfermedades o el uso de ciertos medicamentos.
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, impidiendo el cumplimiento de sus funciones normales. Si los fluidos no se reponen, la condición se agrava. Aunque cualquier persona puede deshidratarse, esta afección es más frecuente en verano que en invierno.
En tanto, según informó la Cruz Roja Argentina, esta afección ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura interna debido a la exposición prolongada al calor o a la realización de actividades físicas en ambientes calurosos y mal ventilados. Este fenómeno puede tener consecuencias graves si no se toman las medidas preventivas adecuadas.
El golpe de calor se produce cuando el cuerpo no logra enfriarse de manera eficiente a través de mecanismos naturales como la transpiración o la respiración. Esto puede deberse a condiciones ambientales de calor extremo y alta humedad, que dificultan la liberación del calor corporal. Además, la exposición directa al sol, la pérdida de agua y sales esenciales en el organismo contribuyen al desarrollo de esta afección, afectando su correcto funcionamiento.