Salud

4 claves para lograr un descanso reparador y despertar con más energía

Despertarse puede ser una de las tareas más difíciles del día. Para quienes se sienten aturdidos al sonar la alarma, o arrastran una somnolencia que parece no desvanecerse hasta media mañana, la ciencia del sueño ofrece respuestas concretas.

Diversos expertos coinciden en que la mejor manera de facilitar el despertar y levantarse con más vitalidad depende de adoptar hábitos que respeten el ritmo circadiano, estimulen la activación hormonal adecuada y garanticen una noche de descanso reparador.

1. Horarios regulares: la clave circadiana

Uno de los pilares más consistentes que señalan los especialistas es la regularidad del horario de sueño. Mantener una hora fija para acostarse y despertarse todos los días —incluidos los fines de semana— es fundamental para estabilizar el sistema circadiano.

“Despertarse a una hora constante puede ayudar a mantener las funciones corporales sin problemas”, explicó Helen Burgess, codirectora del Laboratorio de Investigación del Sueño y Circadiano de la Universidad de Michigan, en diálogo con The New York Times. Este sistema regula mucho más que el sueño: afecta el metabolismo, el estado de ánimo, las hormonas y la función cognitiva.

2. La luz del sol como interruptor biológico

Otro factor clave para un buen despertar es la exposición a la luz matinal, especialmente la natural. Al percibirla, los ojos activan una vía entre el cerebro y las glándulas suprarrenales, que provoca la liberación de cortisol, una hormona asociada con el estado de alerta.

“Ver cualquier luz por la mañana, especialmente la del sol, le indica al cuerpo que es de día”, señaló la doctora Katherine Sharkey, especialista en sueño de la Universidad de Brown, también en The New York Times.

Incluso en días nublados, la intensidad de la luz matutina es suficiente para activar el reloj biológico, afirmó el doctor Daniel Barone del Centro Weill Cornell de Medicina del Sueño.

Además de los beneficios inmediatos en la energía y el humor, la exposición a la luz solar durante la primera hora tras despertar actúa como un temporizador biológico: inicia la cuenta regresiva para la próxima liberación de melatonina, la hormona del sueño, y ayuda a consolidar los ritmos diarios.

3. Dormir bien para despertar mejor

Sin embargo, ver el sol por la mañana no es suficiente si no hubo una noche de sueño reparador. En este punto, el doctor Seiji Nishino, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Stanford, subraya la importancia de la calidad del sueño, más que de su duración.

En su libro El arte del descanso propone rituales nocturnos que ayudan al cuerpo a prepararse para dormir profundamente: tomar un baño caliente 90 minutos antes de acostarse para elevar la temperatura corporal y permitir su descenso gradual, dormir en una habitación fresca, con pijamas transpirables y evitando estímulos visuales como pantallas.

4. Evitar el botón de repetición

Otro punto de consenso entre los expertos es que hay que evitar el uso del botón de repetición del despertador. Fragmentar el sueño justo antes de levantarse puede provocar inercia, una sensación de torpeza mental y fatiga que puede durar horas.

“Posponer la alarma no es la mejor manera de comenzar el día”, afirmó la investigadora Ann E. Rogers, de la Universidad Emory, en The New York Times. En vez de interrumpir el descanso con múltiples alarmas, los especialistas aconsejan dormir esos minutos adicionales de forma continua.