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Cómo se enteró la hermana del Papa Francisco de la muerte del Pontífice

La noticia de la muerte del Papa Franciscoocurrida el lunes a sus 88 años, resonó en todo el mundo, pero golpeó especialmente a su familia. Jorge Mario Bergoglio dejó no solo un legado espiritual como líder de la Iglesia Católica, sino también una profunda huella personal en su círculo familiar más íntimo.

En este sentido, su sobrino, José Ignacio Bergoglio, relató en Caracol Noticias cómo impactó la partida del Sumo Pontífice. Y qué legado dejó su tío para todos los suyos.

El impacto familiar

De los cuatro hermanos que tuvo Jorge Mario Bergoglio, solo María Elena, de 77 años, sigue con vida. Ella había anticipado con entusiasmo en 2013 que Francisco sería “un papa que cambiaría nuestra Iglesia” al ser designado líder del Vaticano.

Esta vez le tocó enterarse de la dolorosa noticia del fallecimiento de su hermano a través de sus hijos. Desde las 6 de la mañana del lunes, el teléfono de José Ignacio no paró de sonar como consecuencia de las incesantes notificaciones que dieron cuenta de la muerte de su tío.

“Lo llamé a mi hermano y nos fuimos al encuentro con mi madre para ser nosotros los que le comunicáramos que Jorge había partido“, relató el sobrino del ex arzobispo de Buenos Aires. Luego de darle la noticia, confirmó que su madre estuvo entera y “abrazada a la resignación de saber que su hermano descansa en paz y no sufre”.

A su vez, José Ignacio confirmó que, en este último tiempo, mantuvieron una comunicación fluida y constante con los colaboradores de Francisco, con el fin de estar atentos a su estado de salud. Y que no viajarán a Roma para despedir los restos de Francisco.

El último mensaje de amor

El papa Francisco, convaleciente de una reciente infección respiratoria, apareció el último domingo en el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, donde hizo un contundente llamamiento por la libertad religiosa como condición indispensable para la paz en el mundo.

“No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”, afirmó el pontífice de 88 años en su mensaje pascual, que fue leído por su colaborador mientras él permanecía en silla de ruedas junto al balcón, ante unos 35.000 fieles congregados en la plaza.