Polémico fallo a favor de una tabacalera
“El fumador obra voluntariamente”. Con estas palabras y en un fallo dividido, la Cámara Civil de la ciudad de Buenos Aires revocó una decisión que ordenaba a una tabacalera a pagar una millonaria indemnización a un hombre que sufrió un infarto después de fumar durante 33 años. Con esa resolución, al afectado solo le quedaría intentar suerte en la Corte Suprema. En Argentina, mueren unas 45.000 personas por año por enfermedades relacionadas con el tabaco. Esto representa el 14% de todas las muertes en el país.
“El fumador, con su conducta voluntaria y reiterada, se expone a un factor de riesgo para su salud sabiendo (o pudiendo fácilmente saber) las consecuencias que eventualmente puede desencadenar su conducta. No es plausible entender que la conducta del fumador que persiste en el vicio de fumar obedezca a una falta de información sobre las consecuencias del tabaquismo”, dijeron los jueces Marisa Sorini y José Fajre de la Sala F de la Cámara Civil en el fallo que dictaron la semana pasada y al que accedió Infobae.
En disidencia, la tercera integrante del tribunal, Gabriela Scolarici, votó por confirmar la condena: “El consumo compulsivo de los cigarrillos producidos por la demandada privó al actor de una chance de no haber sufrido la enfermedad”. Y advirtió que existió “una actitud por demás desaprensiva como una particular indiferencia tendiente a proteger a los consumidores del producto altamente dañoso que comercializa”. Resaltó que “cuando se trata de la salud de los consumidores, esto es,cuando está en juego la integridad psicofísica y la vida misma de las personas, la valoración de la conducta del proveedor o empresario no admite tolerancia pues, la importancia de los bienes e intereses comprometidos no deja margen para el más mínimo error”.