12 años sin Luis Alberto Spinetta
Un 8 de febrero pero de 2012, la muerte de Luis Alberto Spinetta sacudió a la Argentina. Una de las figuras más importantes de la música popular fallecía a los 62 años, víctima de un cáncer de pulmón. Su obra -de Almendra a los Socios del Desierto; de Pescado Rabioso a Invisible o Jade- permanece intacta en el corazón y en el alma de quienes lo escucharon y está allí, inalterable y necesaria para aquellos que todavía lo siguen descubriendo.
La de Spinetta es de esas ausencias que duelen por la persona también, por ese artista con mayúsculas que, como tal, trasciende su obra y se vuelve referencia necesaria, sostén de apoyo, guía para los momentos aciagos. Por eso también, la noticia de su muerte es de esas que nadie quiere escuchar, que provocan un shock inmediato y quedan marcadas en espacio y tiempo.
Habían pasado poco más de dos años de su concierto de las Bandas Eternas en Vélez, donde repasó su carrera, homenajeó al rock argentino y que a la luz de los hechos tuvo el inconfundible aroma de despedida. Sus apariciones públicas empezaron a ser cada vez más espaciadas y tuvo que cancelar algunos conciertos. Cuando supo que estaba enfermo, no se lo dijo ni a su familia. Y cuando todos lo supieron, aceptaron acompañarlo en su decisión de transitarla puertas adentro de su intimidad. Y fue acatada también por quienes la iban conociendo, por respeto sobre todo, pero también como un mecanismo de negación, haciendo fuerza para nada de eso estuviera realmente ocurriendo.